Las expectativas para la economía global no son nada alentadoras, debido a que el 63% de los especialistas en jefe considera que durante el año 2023 se sufrirán una recesión; así lo mostró una encuesta elaborada en el Foro Económico Mundial.
Este pesimismo es respaldado con el grave descontrol inflacionario que sufren las economías y el alto nivel de endeudamiento, por lo que son necesarias mayores inversiones en favor de la estabilidad.
El actual entorno de alta inflación, bajo crecimiento, alto endeudamiento y gran fragmentación reduce los incentivos para las inversiones necesarias para volver a crecer y elevar los niveles de vida de los más vulnerables del mundo”, explicó la directora general del evento.
Los resultados de la encuesta también muestran un 18% que considera “extremadamente probable” la recesión mundial, un nivel por encima del doble que la encuesta realizada en el mes de septiembre del 2022.
Además, la encuesta muestra que 9 de cada 10 economistas prevé que la debilidad de la demanda y los altos costos de préstamos impactarán en las empresas, incluso más del 60% considera que afectará en los costos de insumos.
Por otro lado, el 68% de los encuestados espera que la crisis inflacionaria estaría controlándose a finales del año 2023. Un factor que podría beneficiar el costo de la vida.
Afortunadamente no se espera que ocurran nuevas interrupciones en las cadenas de suministro, un factor que beneficiará la actividad empresarial y a la economía en conjunto. Lamentablemente no se descarta la posibilidad de que las empresas apliquen recortes de gastos y despidos de trabajadores; algo muy similar a lo que aplica Amazon.
Dicha encuesta fue realizada con base en 22 respuestas de un grupo de economistas de alto nivel; específicamente procedentes de distintos organismos internacionales, bancos de inversión, multinacionales, entre otros.